jueves, 1 de octubre de 2009

Escaramujo

¿Por qué la tierra es mi casa?
¿Por qué la noche es oscura?
¿Por qué la luna es blancura que engorda como adelgaza?
¿Por qué una estrella se enlaza con otra, como un dibujo?
Y ¿Por qué el escaramujo es de la rosa y el mar?
Yo vivo de preguntar; saber no puede ser lujo.

El agua hirviente en puchero
suelta un ánima que sube
a disolverse en la nube
que luego será aguacero.
Niño soy tan preguntero,
tan comilón del acervo,
que marchito si le pierdo
una contesta a mi pecho.
Si saber no es un derecho,
seguro será un izquierdo.

Yo vine para preguntar
flor y reflujo.
Soy de la rosa y de la mar
como el escaramujo.

Soy aria, endecha, tonada,
soy mahoma, soy Lao-Tsé,
soy Jesucrito y Yahvéh,
soy la serpiente emplumada,
soy la pupila asombrada
que descubre como apunta,
soy todo lo que se junta
para vivir y soñar;
soy el destino del mar;
soy un niño que pregunta.

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