lunes, 14 de septiembre de 2009

RAWAZ EL GUARDIÁN DE LOS SECRETOS


RAWAZ EL GUARDIÁN DE LOS SECRETOS
(Historia mítica sobre el origen de las Ecuaciones Diferenciales)
Relato original de Pacelli Torres
Capitulo 1
Las reliquias


Muy al norte del lugar mítico conocido como Dhalajinn se yergue una inmensa catedral de piedra con más de mil años de antigüedad. Allí se guardaban las reliquias sagradas provenientes de los primeros días de la formación de su religión, pero a raíz de las múltiples invasiones y guerras que azotaron la región se decidió trasladarlas a las cumbres rocosas del país de Nijalad. Allí permanecieron durante varias décadas al cuidado del monje Rawaz, un ser extraño y misterioso que se decía tenía contacto con seres de otras civilizaciones.

Rawaz a veces aparecía en el mercado de un pueblo no muy lejos de la catedral. Cuando lo hacía tomaba la forma de un joven de mirada penetrante y finos modales que vendía diversas clases de ungüentos y bálsamos. Fue allí donde lo conocí. En aquel entonces era yo un mercader de alfombras que viajaba de pueblo en pueblo y decidimos embarcarnos juntos en la misma caravana.

Cruzamos colinas y valles en nuestros carromatos tirados por bueyes junto a otros mercaderes y sus familias. También atravesamos bosques misteriosos poblados por hadas y faunos. En los pueblos que encontrábamos a nuestro paso montábamos nuestros respectivos puestos de venta y permanecíamos largo tiempo en silencio a la espera de posibles compradores.

En una ocasión se nos presentó una anciana decrépita y sin dientes que de una pañoleta a cuadros rojos sacó una moneda de bronce y nos dijo que no quería comprar nada de lo que nosotros vendíamos, que lo que ella buscaba era una historia verdadera pues a lo largo de su vida sólo había oído mentiras. Entonces oí con asombro cómo Rawaz hablaba de la catedral y las reliquias y de otros secretos que yo había tomado por rumores. Mi corazón se agitó ante la posibilidad de que aquella anciana fuera una emisaria de las fuerzas malignas que buscaban apoderarse de las reliquias desde tiempos inmemoriales, pero Rawaz me calmó con un movimiento de su mano. Cuando hubo terminado de hablar tomó la moneda de bronce y la guardó en su zurrón. Y entonces me dijo que las reliquias estaban a salvo.

La anciana se volteó sin agradecernos y se alejó con pasos lentos e inestables pero antes de cruzar la esquina de la plaza se había transformado en una horrible criatura con cuerpo de hiena y alas de murciélago que elevó vuelo en dirección a los riscos escarpados.

Fue entonces cuando comprendí que la anciana había hechizado a Rawaz, el guardián de las reliquias, y que ahora iba tras ellas.

Rawas estaba en trance. Busqué con afán entre sus medicinas y encontré una cuyo olor lo hizo volver en sí. Entonces él también comprendió lo sucedido y al igual que la anciana asumió otra forma, esta vez la de un halcón, y se fue volando en dirección a los riscos escarpados.

Antes de transformarse, sin embargo, me dio algunas instrucciones y cuatro frascos que debería conservar y transportar a mi mundo.

Lo que sucedió con Rawaz y las reliquias lo supe algún tiempo más tarde, pues tuve que regresar a mi propio mundo donde ordenando el contenido de los frascos ahora lo transmito de generación en generación en forma de Ecuaciones Diferenciales

A veces me pregunto si no habría sido Rawaz más astuto que la anciana y si las reliquias no serían justamente los cuatro frascos que me entregó. En tal caso no sería yo sino ustedes, mis alumnos, los nuevos guardianes de las reliquias de aquel extraño país.

Pacelli
Sept 12 2009

1 comentario:

  1. excelente Pacelli, excelente, si lo hubiera sabido hace años tal vez hubiese estudiado con más cuidado las Ecuaciones diferenciales, creo que no observe con cuidado las reliquias que tuve al frente de mi.

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