domingo, 20 de septiembre de 2009

Mi Phoibos Interior. (Soliloquio en la montaña por David Parra).


La mañana para mí comenzó a eso de las cuatro de la mañana y el despertar traía consigo la esperanza de encontrar en aquel recorrido la imagen de una bella dama.

La espera fue confortable y el viento golpeaba la cara dejando un suave murmullo fresco y único como la mañana, fue en ese momento donde supe que debía despertar y reflexionar sobre aquello. Recordé entonces un instante ajeno tomado como propio y así:


"Vimos y sentimos las nubecillas doradas por el sol y las sensaciones poeticofisiológicas que produce el amanecer al viajero; pero de esto resolvimos no decir nada porque son tema de estudiante de retorica, asi como resolvimos llamar siempre sol al sol y nunca astro rey ni febo."


La idea fue retratar la hermosa dama, nuestra señora la montaña, el viaje fue en vano pues quizá no somos dignos de observarla, asi que tras un amanecer inquietante las nubes se posaron sobre ella como guardianes valiente dispuestos a dar su vida si fuera necesario solo para evitar que nuestro impuros ojos observaran el sutil cuerpo de mujer desnuda traducida en nieve, blanca, pura, divina.

Siempre he tenido reverencia hacia la naturaleza, mis limites los impone ella, solo puedo obedecer pues es mi madre por lo tanto le debo respeto, sin su consentimiento la vida seria una utopia. Fue así que esperamos he imploramos, guardamos la esperanza, tan importante para vivir como el infierno lo es para el sostenimiento de la religión cátolica.


No logramos nada, pero fuimos apresados por el brillo del Rey, el astro glorioso, en ese momento comprendí el significado de renacer como un hecho obvio y no como una palabra sin significado tangible. Termino la aventura con una enseñanza nueva y una imagen tallada en mis parpados y mente, la espera de nuestro objetivo plagado de nubes y tropiezos, trae con sigo el brillo de la esperanza imperdible y trascendente como el Sol, como una enseñanza de nuestra maestra Natural, seguire por mi camino, el sol en golpeandome la espalda y al dia siguiente en la cara, y la vision de nuestros objetivos ciegos, tartamudos, a veces oscuros seran la motivacion que guardaremos en nuestro febo interior.

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