Capitulo 6
La moneda
La moneda
El material con que estaba hecha la moneda provenía del escudo de armas de uno de los últimos nobles del reino antiguo. El escudo había pasado a manos de los bárbaros después de una terrible invasión y de él habían formado monedas que circularon por algún tiempo. El país aquel, sin embargo, se había fracturado en varias provincias y las monedas fueron perdiendo su valor. Se creía que tenían un poder mágico, pero dicho conocimiento se perdió también cuando los magos que lo conocían fueron desapareciendo, algunos huyeron a otros lugares, otros se quedaron pero jamás volvieron a practicar su magia.
La mayoría de las monedas habían simplemente desaparecido, colándose por rendijas en la tierra o rodando hasta abismos insondables o lagos profundos. Sacer había encontrado la suya metida en un trozo de pan a las afueras de una cárcel y sintió de inmediato que había algo mágico en ella así que decidió arrancarle sus secretos. Por algún tiempo utilizó su gran habilidad como maga, pero fue inútil, pareciera que el poder de la moneda sobrepasara el suyo. Convencida de que su empeño era inútil la había arrojado al lago en un ataque de cólera. Allí permaneció algún tiempo pero por alguna extraña razón la moneda había vuelto a aparecer en su cabaña en un tiesto de barro donde guardaba clavos viejos y otros objetos metálicos. De nuevo trató de deshacerse de ella amarrándola a la patas de un ave migratoria, pero de nuevo la moneda encontró su camino de vuelta hasta su cabaña. Por muchos años no volvió a pensar en ella, hasta que finalmente había decidido llevarla al mercado donde encontró a Rawaz.
El tiempo y la energía que la hechicera había pasado estudiando la moneda habían quedado impregnados en ella y no sería exageración decir que parte de la esencia de Sacer había quedado imbuida en ella. El material y su técnica de fabricación sin duda eran mágicos y demasiado tarde comprendió que Ko, el maestro fabricante de espadas, había podido leer sus misterios.
Ko, el habitante del desierto, había usado técnicas de nanotecnología para trasmutar la esencia de la moneda y de alguna forma habían empezado a revivir las fuerzas místicas. Todos los esfuerzos que había hecho Sacer por entender la naturaleza de la moneda ahora eran parte de su energía atómica, sus pensamientos y también sus secretos más íntimos giraban como electrones alrededor de su núcleo y quien pudiera leerlos la tendría bajo su merced. Sacer supo que debía recuperar la moneda cuanto antes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario