No muy lejos del país mítico de Dhalajinn existen dos cumbres escarpadas donde dos antiguos reyes tenían sus castillos. La ilusión de ambos era invadir el otro reino, pero como los separaba un gran abismo no habían podido entablar la guerra. A lado y lado habían puesto arqueros vigilantes y en ambas orillas del abismo se veían fogatas arder de noche y se oían cantos de batalla.
Un día, y sin que hubiera explicación para ello, los dos ministros de guerra acudieron ante sus reyes con un brillante plan. Construirían un gran puente de piedra que uniera los dos lados del abismo y así podrían atacar el otro reino.
Los cálculos no fueron fáciles y simultáneamente se comenzó a construir de lado y lado el puente. Desafiando la ley de gravedad cada día se añadían 5 o 6 metros. Dado que el puente crecía al mismo ritmo desde el otro lado, los ingenieros militares supusieron con acierto que sólo necesitaban llegar a la mitad del trayecto y que entonces el puente estaría terminado.
Enseguida, se prepararon los dos ejércitos a la espera de que se pusiera la última piedra para emprender el gran ataque.
Cuando, en efecto, la última piedra fue puesta dos contingentes avanzaron en embestida, cada cual desde su orilla, y al llegar al centro del puente notaron con asombro que se hallaban ante una pared especular que se extendía en todas las direcciones.
Fue así como los soldados, luego los generales y finalmente los reyes y sus ministros supieron que un castillo era el fiel reflejo del otro pues en realidad se encontraban ante un inmenso espejo.
Los filósofos de cada reino escribieron en sus libros, empastados en cuero, que cada obstáculo, cada desafío, y cada guerra es en verdad una lucha de nosotros con nosotros mismos.
Pacelli
Sep 25 2009
miércoles, 30 de septiembre de 2009
EL PUENTE DE ISEQ
EL PUENTE DE ISEQ
Relato original de Pacelli Torres
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Finalmente te dan el premio que ha muchos años te merecias. Felicitaciones
ResponderEliminarRocio
Felicitaciones, excelentes historias de profunda reflexiòn. Filosofìa pura!
ResponderEliminarFo
En verdad!
ResponderEliminar¡Excelente hermanito!
ResponderEliminarTodos disfrutamos con sus logros.
Corto y contundente. Buenísimo.
ResponderEliminarJulián Parada
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